miércoles, 16 de marzo de 2022

EL SILENCIO CHINO

EL SILENCIO CHINO

Llevamos más de veinte días viendo unas terribles imágenes de la invasión de Ucrania por parte de los Rusos. Una agresión que debe ser calificada como guerra de ocupación que, en principio, iba a ser breve en el tiempo. Pero veinte días son muchos días para una operación relampago que sigue sin tener una previsión de la duración de la misma.

Me sorprenden muchas cosas en este conflicto. Lo primero su duración y que no haya un horizonte de tiempo para el final de esta invasión ó guerra. También sorprende el tipo de guerra elegido por Rusia, clásica y del siglo XX desde mi punto de vista. Además sorprenden los problemas logísticos que sufre el ejército ruso que lastra la eficacia de la invasión. La aparente resistencia de los ucranianos es otro factor a destacar. Y digo aparente por no poder distinguir claramente la propaganda con la realidad.

Tal vez hubiese esperado una guerra más corta, operación relampago, tecnológica y a distancia, evitando desplegar tantas unidades militares terrestres.

Pero lo más sorprendente es el silencio de China, por un lado porque se le supone una potencia mundial, aliada de Rusia y por otro lado por su dependencia de los sectores energéticos rusos.

Esperaba que los chinos tuvieran una posición más firme en las declaraciones de apoyo a su aliado ruso. También esperaba un mayor apoyo chino en el envío armamentístico y en el campo financiero. 

Pero China, salvo declaraciones vacias y planas, no ha dicho gran cosa de lo que va a hacer. Este proceder es muy consecuente con los hábitos comunicativos de los chinos. Los dichos y los hechos  En general, no nos dicen lo que van a hacer, no dan muchas explicaciones y nos cuesta ver sus intenciones. Lo hacen y punto, siendo ese el momento en el que nos enteramos de sus movimientos.

La posición China es  y será determinante en el devenir de la guerra ya que puede dar solidez a los invasores rusos, tanto en lo financiero como en lo logístico. Aunque también pueden forzar a Rusia en sentido contrario.

Esperemos que este conflicto no sea del interés de los chinos y fuercen a los rusos a negociar el final de las hostilidades.
Pero no lo sabremos hasta el capítulo final del libro, ya que estos chinos practican la ley del silencio.


viernes, 11 de marzo de 2022

LAS CUATRO ESTACIONES

LAS CUATRO ESTACIONES
Tal vez pienses que voy a hablarte de climatología o de música y de la obra más sonada de Vivaldi. Nada más lejos o tal vez no.
Pero en estos días me he acordado de un compañero de trabajo que me contó su experiencia en la estancia en una universidad de Canada.
Entre las anecdotas entresaco un comentario acerca de las estaciones en esa parte del mundo. Para los habitantes de aquél país las cuatro estaciones son: verano, otoño, invierno y barro.
Todo ello provenía de la época en la cual se producía el deshielo y embarraba todo.
Y me he acordado de esta anecdota leyendo una noticia en prensa del conflicto Ucraniano (no sabía como denominar esta invasión) comentando la denominada guerra hidraulica, ya que como arma de defensa los ucranianos han inundado algunos terrenos para dificultar el avance de las tropas y blindados rusos.
En estos momentos las tropas rusas se enfrentan no solo a los ucranianos sino también a los efectos de los campos inundados, sin olvidarnos del efecto del  deshielo y por consiguiente al barro.
Creo que el terreno de juego está embarrado y durará hasta el verano.
Me sigue sorprendiendo los enlaces y relaciones que establece nuestra mente.

martes, 1 de marzo de 2022

NUBARRONES

Comentaba hace unos días con unos periodistas sobre el futuro próximo que todo apuntaba a que el año 2022 podía ser un buen ejercicio económico, pero que había una serie de factores que amenazaban esa bonanza, a los cuales llamábamos nubes negras o nubarrones.

Entre los nubarrones que se veían en el horizonte, el principal y más importante citaba lo que nos ha ocupado y preocupado los últimos dos años, la crisis sanitaria provocada por el covid19. Sería muy complicado para la economía sufrir una nueva ola y la no superación de la pandemia. En este sentido, me sentía optimista dadas las informaciones que llegan desde el sector e instituciones sanitarias.

El gran incremento de los precios, y su persistencia en el tiempo, cuyo principal causante es el gas y el petroleo, junto con la crisis de suministros era otro de los nubarrones que amenazaban el cercano futuro buen clima económico. En este punto el optimismo provenía de las previsiones de inflación para el año 2023 que descendían hasta porcentajes muy adecuados, por debajo de 1,5%.

Otro  motivo de preocupación provenía de las tensiones geoestratégicas en algunos puntos del planeta que podían derivar en graves conflictos. Entre estos puntos calientes citábamos la crisis entre Marruecos y Argelia, con el gas por el medio. También apuntábamos la reclamación de China sobre Taiwuan como punto caliente. Pero sobre todo, el mayor quebradero de cabeza y preocupación se cernían sobre el conflicto entre Rusia y Ucrania, con la posible invasión del territorio ucraniano.

Por desgracia uno de esos nubarrones ha descargado su lluvia y la tormenta que se ha desencadenado se puede llevar por delante todas las positivas perspectivas que estabamos previendo y esperando tras dos años de pandemia, confinamiento y restricciones.

El desencadenante de esta tormenta la ha provocado el dirigente ruso, ese llamado Putin, que junto a su ejercito van a propiciar no solo una crisis económica, sino un drama entre la población ucraniana.

Creyendo, a pesar de las amenazas, que la diplomacia y la negociación lograrían resolver los conflictos, nos encontramos con una guerra, con una invasión que va a cambiarlo todo. 

Es un triste día, mucho más para la población ucraniana. ( Aunque ahora le dicen ucrania).