lunes, 15 de octubre de 2012

SORRY

Este fin de semana ha llovido, desde el jueves, ya que ha sido puente, situación a la que últimamente no estamos acostumbrados. Tras un verano caluroso y seco, muy seco según la opinión de los agricultores, llega el otoño regalandonos una fresca y gratificante lluvia.

Y con la llegada de este agua florecen todo tipo de frutas y hortalizas, incluso hongos y setas. Estos últimos especimenes tienen una curiosa variante en el territorio urbano. Se trata de la variedad que te puede dejar sin oreja a su paso.

No se trata de una variedad carnívora, sino de una que tiene una parálisis de las extremidades superiores. Se calzan un artefacto llamado paraguas a la altura de la cabeza y avanzan llevandose por delante todo lo que encuentran. No miran, no reaccionan, no suben el paraguas, ni lo bajan, ni lo mueven a izquierda ni derecha. Sencillamente se llevan tu oreja en una de las varillas del paragua como si fuera un trofeo de guerra.

Eso sí, cuando te ocurra algo similar que no se te ocurra llamarle la atención a la portadora del arma agresiva. Primero te dirá que no se ha dado cuenta y que no es para tanto. Cuando le digas que se lo recuerdas para que no  lo vuelva a realizar, te dirá que no es para tanto y además que ya se ha disculpado.

Este caso me recuerda a aquel señor que de viaje a Londres, cuando estaba esperando la cola del autobús, una señora se  le cuela con la mala  fortuna de pisarle el callo del pie. Ante el enfado y dolor del agredido, la señora dulcemente le dice: SORRY.
Sin embargo esta vez no lo has podido oir, ya que la oreja cuelga del paraguas.