VETE PERO NO LO CUENTES

VETE PERO NO LO CUENTES

Comienzo a estar agobiado en lugares donde la aglomeración de gente no me deja disfrutar de lo que estoy viendo y/o disfrutando.

Me encuentro a gusto cuando me dejan libertad de movimientos, pudiendo ver los atractivos de lo que estoy viendo.

Ultimamente estas sensaciones las encuentro en el monte. Especifico, en algunos montes. Porque las fotos y reportajes que veo del Everest y del Mont Blanc no coinciden con mi forma de disfrutar del monte.

Algunos dirán que con los años vas cambiando prioridades y sensaciones.

Pero cuando un lugar está desbordado (mi hijo diría petado) de gente, que además, se comporta de modo despreciativa hacia lo que está visitando, en forma de basura, ruido e incluso molestando a los demás ( mi hijo diría tocando las pelotas), la experiencia no me resulta gratificante.

Así que he tomado la determinación de no contar donde disfruto de esas sensaciones que me reconfortan, para que no se colapse con gente irrespetuosa.

Donde disfruto voy, pero lo oculto, no lo cuento.

Aunque sé que google me monitoriza, almacenando todos mis movimientos para poder sacar mi expediente cuando sea necesario.