Y efectivamente ya tenemos Presidente, el candidato que a priori salía en último lugar.
Ha ganado por una amplia diferencia de votos. Incontestable.
Ya la vispera de las votaciones se iba palpando el ambiente. Los que estaban a favor, con un perfil de edad por debajo de los 45, con unas grandes ganas de cambio, sin dinosaurios, sin gente interesada, sin hipotecas,... simplemente Athletic
Se veía que el candidato Barcala no despegaba y tenía pocos adeptos. El candidato Arechabaleta estaba lastrado por sus relaciones con el grupo Vocento y se notaba en las conversaciones, aunque a su favor tenía el efecto Bielsa, que no fue suficiente.
Y efectivamente, lo que se palpaba en el ambiente sucedió, Jon Uriarte Presidente.
Pero que ha ocurrido para que el outsider sea proclamado ganador.
Probablemente que los votantes vienen de una época de confinamiento y restricciones, donde han reflexionado, han visto como actúan la gente interesada, está cansada de que le tomen el pelo, que quieren ideas nuevas y propuestas imaginativas.
Estoy convencido que la sociedad vasca está cámbiando, que hay un relevo generacional, pero sobre todo que la gente está agotada de las dinámicas y discursos pasados.
Y aunque estemos hablando de una elecciones de un club de futbol, lo estamos haciendo también de las próximas elecciones en el País Vasco.
Porque se palpa un hartazgo, de un sistema ya agotado, donde para hacer algo hay que pasar por vicaría, de un sistema piramidal donde los de 70 años no se apartan ni con aceite hirviendo, de un sistema de clanes o de grupos áfines,...
Lo que está ocurriendo es que se reclama transparencia de la de verdad, igualdad de oportunidades, independencia de intereses ocultos y una batería de razones que va a reordenar muchas cosas.
Estoy expectante sobre el futuro cercano. Ya veremos.
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